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Mirta Ojito recuerda a Oscar Hijuelos

(Nota del editor: Ante el fallecimiento del escritor cubano-estadounidense Oscar Hijuelos, n uestra columnista de literatura, Mirta Ojito, rememora la oportunidad en que conoció al autor).

Hijuelos

Lo conocí­ hace años, en un bar de New York. Lo tení­a que entrevistar para un artí­culo en The New York Times, y allí­ nos citamos. Me sorprendió que fuera tí­mido, que se ruborizara, que pareciera más irlandés que cubano. Se lo dije y me contestó que no era cubano, que era New Yorker.

Y era verdad. Oscar Hijuelos, que murió el sábado en la isla donde nació, Manhattan, ha pasado a la historia como el primer escritor latino que ganó el premio Pulitzer de ficción por su ya mí­tica novela Los reyes del mambo cantan canciones de amor. Pero Hijuelos no se veí­a ni como latino ni como cubano.

No es que negara su procedencia, todo lo contrario. Sus padres eran cubanos y con frecuencia lo mencionaba (además, están retratados de una forma u otra en todos sus libros). Es que lo suyo era escribir sin pensar en qué casilla cabí­an sus novelas. Era, sobre todo, escritor.

Hace poco, escribió sus memorias. ¿Presentirí­a la muerte como presentí­a los tí­tulos de sus libros? Una vez me contó que solí­a soñar que estaba en una librerí­a, sacaba un libro del estante y veí­a su nombre y el tí­tulo perfecto para la novela en la que estaba sumido.

Era un tipo generoso, amable con todos, amigo de sus amigos, y muy sencillo. En noviembre del 2006 lo invité a casa de mi vecina para una noche cubana. Una amiga tocarí­a el piano y él leerí­a de un libro de poemas, Burnt Sugar: Contemporary Cuban Poetry, que acababa de publicar con su esposa, Lori Carlson-Hijuelos. Yo llegué tarde a la fiesta porque, inesperadamente, habí­a muerto un amigo periodista y fui a su velorio esa noche.

Qué remanso salir de aquella triste despedida y encontrarme la casa llena y a Oscar Hijuelos recitando en la sala. De ahora en adelante, me lo voy a imaginar como lo vi entonces: al lado del piano, con un trago en una mano, y en la otra, un libro.

- Mirta Ojito

 

Hijuelos leyendo su autobiografí­a (En inglés)



 

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