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Degeneración macular: tus medicamentos pueden causarla

Los vasodilatadores y betabloqueantes te ponen en riesgo.

Considerando la gran cantidad de personas mayores que diariamente usan medicamentos vasodilatadores y betabloqueantes, hoy quiero sonar la alarma ante los hallazgos recientes de una investigación médica, que los asocia a un significativo aumento en los casos de degeneración macular relacionada a la edad.

Según datos obtenidos al observar la incidencia de esta enfermedad en los participantes del Beaver Dam Eye Study (en inglés), auspiciado por el National Eye Institute, el uso de vasodilatadores y los betabloqueantes pueden aumentar en un 72 y 71 por ciento respectivamente la probabilidad entre sus usuarios de desarrollar degeneración macular o experimentar la pérdida de su vista a pasos agigantados una vez diagnosticada esta condición visual.

Las edades de las personas participantes de esta investigación fluctuaban entre los 43 y 86 años de edad y eran residentes de Beaver Dam, Wisconsin. El mayor riesgo de degeneración macular fue encontrado entre los usuarios de vasodilatadores, en especí­fico la nitroglicerina oral y otros con nombre de marca como el Apresoline (hidralazina) y el Loniten (minoxidil, también usado comunmente para la caí­da del cabello). Entre los betabloqueantes el estudio cita al Tenormin (atenolol) y Lopressor (metroprolol) que son una clase de medicamentos comúnmente recetados a pacientes de hipertensión, arritmias, infartos cardí­acos y otras enfermedades del corazón.

La degeneración macular relacionada a la edad, es la mayor causa de pérdida (en inglés) de la visión y ceguera entre la comunidad de personas mayores de 65 años en Estados Unidos. Con la degeneración de la mácula ocular, los pacientes pierden la capacidad ver detalles claramente. Se estima que unos 11 millones de personas sufren de esta enfermedad, que afecta tanto la capacidad de una persona mayor de continuar llevando una vida plena e independiente en sus años dorados.

Por esto es que uno no puede desatender el compromiso de cuidar de la vista de ir a las citas de seguimiento con nuestros médicos más importantes. Vale siempre la pena revisar la lista de medicamentos que tomamos a diario y estar pendiente de todos los posibles efectos secundarios o incluso de interacciones que puedan tener con otras medicinas o condiciones de salud que padecemos.