Skip to content
 

¡Cuidado con esos jugos recién exprimidos!

Evita una intoxicación alimenticia este verano.

Sandía

iStock

Con la llegada del verano comemos más frutas y vegetales frescos, incluso el buen clima nos invita a preparar nuestro propio huerto en el patio de casa y felices disfrutamos de una pequeña cosecha de frutas y verduras en ensaladas o jugos. Y no hay nada de malo con eso si se toman ciertas precauciones para mantener las frutas y los vegetales limpios y libres de bacterias, recuerda que éstas se duplican con más facilidad en un clima caliente.

¿Te gusta lo que estás leyendo? Recibe contenido similar directo a tu email.

Para evitar las intoxicaciones por alimentos, además de seguir los pasos rutinarios que ya conoces: 1) lavar bien las manos y limpiar las superficies con frecuencia; 2) separar las carnes crudas de los otros alimentos; 3) cocinar los alimentos hasta que alcancen la temperatura correcta; y 4) refrigerar los alimentos sin demora. La Administración de Drogas y Alimentos de EE.UU. (FDA, por sus siglas en inglés) te recomienda tomas las siguientes medidas:

Compra de manera correcta. Compra frutas y verduras que no tengan magulladuras ni estén dañadas. Cuando seleccione frutas y verduras previamente cortadas, escoge solo aquellas que estén refrigeradas o conservadas con hielo. Coloca las frutas y verduras frescas en bolsas y guárdalas separadas de la carne de res, las aves, el pescado y los mariscos crudos en tu carrito y tus bolsas de compras.

Almacena adecuadamente. Guarda las frutas y verduras perecederas en un refrigerador limpio a una temperatura de 40 grados F o menos. Refrigera siempre los productos agrí­colas que se compren ya cortados o pelados.

Prepara de forma segura. Antes de preparar y/o comer las frutas y verduras frescas, corta y desecha toda parte de las mismas que esté dañada o que tenga magulladuras. Si alguna parece estar podrida, ¡bótala!

Lávalas bien. Lava toda fruta o verdura en agua corriente antes de comerlas, cortarlas o cocinarlas. Esto incluye tanto aquellas que tú cultives como las que compres en una tienda o en el mercado agrí­cola. Para los productos agrí­colas que se compren ya envasados, lee la etiqueta: si se indica que el producto es prelavado y listo para comer, puede consumirlo sin lavarlo de nuevo. Incluso si planea pelar una fruta o verdura, es importante lavarla primero para que evitar que la tierra y las bacterias se transfieran del exterior a la parte interior de las mismas.

Evita la contaminación cruzada. Lava las tablas de cortar, los platos, los utensilios y las encimeras con jabón y agua caliente después de la preparación de la carne de res, las aves, el pescado y los mariscos crudos, y antes de preparar las frutas y verduras que no serán cocidas. Si utilizas tablas de cortar hechas de plástico u otro material no poroso, lávalas en la lavaplatos después de usarlas. ¡Y recuerda siempre lavarte las manos antes y después de preparar la comida!

Examina los jugos. Los niños, los ancianos y las personas con sistemas inmunitarios debilitados corren el riesgo de contraer enfermedades graves o incluso morir como resultado de consumir jugos que no han sido pasteurizados o tratados de otra manera para controlar las bacterias dañinas. En la tienda o el supermercado, busca productos pasteurizados o tratados de otra manera en las secciones refrigeradas, las vitrinas para alimentos congelados o en envases no refrigerados, como los cartones, las botellas o las latas de jugo. Los jugos no procesados que se vendan en las vitrinas refrigeradas de los supermercados o las tiendas de alimentos naturales, las fábricas de sidra y los mercados agrí­colas deberán incluir una etiqueta de advertencia que indique que el producto no ha sido pasteurizado. Sin embargo, las etiquetas de advertencia no son obligatorias para jugos o cidra que son recién exprimidos y vendidos por vaso. Por lo tanto, es importante recordar: si no estás seguro si un jugo ha sido pasteurizado, ¡pregunta!