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Tribunal Supremo de EE.UU. enfrenta un nuevo desafío por el matrimonio igualitario

La Corte Suprema de Justicia de EE.UU. parece dividida sobre la decisión acerca de si los estados deben reconocer el matrimonio igualitario. Al menos eso evidenció la audiencia de la pasada semana, en la que se presentaron argumentos de quienes luchan a favor de ese reconocimiento y quienes piden su limitación.

Los resultados de la audiencia, que estuvo marcada por las protestas dentro y fuera dl Tribunal, no se conocerán hasta la votación de junio, lo que mantiene en vilo a la opinión pública.

Predicadores, religiosos, activistas con banderas de arco iris y travestis se congregaron en el exterior de la Corte, en el centro de Washington, mientras adentro nueve jueces que podrían hacer historia debatían sobre la cuestión.

El caso ha despertado gran expectación en todo el país, ya que los nueve magistrados pueden determinar el final del último movimiento por los derechos civiles: el de la igualdad de los homosexuales.

Gay marriage supreme court

La Corte estudió las preguntas planteadas por 12 parejas que demandaron a los estados de Michigan, Ohio, Kentucky y Tennessee por prohibirles el matrimonio, lo que consideran una violación de su derecho a la igualdad, y por no reconocer los matrimonios de quienes ya se habían casado en otros estados.

"Todas las definiciones que he visto, desde hace docenas de años, definen el matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. Obviamente, si ustedes tienen éxito, esa definición no estaría vigente nunca más", dijo el presidente del alto tribunal, John Roberts, durante la audiencia de dos horas y media.

Con esas palabras, el magistrado puso de relieve la importancia social del matrimonio, que esgrimen los detractores de la legalización para defender las prohibiciones de los estados y no reconocer estas uniones entre las personas del mismo sexo.

"No se trata de cambiar la definición del matrimonio", contestó la veterana defensora de los derechos de los homosexuales Mary Bonauto, quien defendió que las parejas gay tienen el mismo derecho que el resto a casarse, tal y como establece la Decimocuarta Enmienda a la Constitución, en la que se procura "igual protección ante las leyes" a todos los ciudadanos.

Los defensores de las prohibiciones al matrimonio igualitario alegaron que las leyes estatales y federales siempre han respaldado el matrimonio por ser una garantía de procreación y que uno de sus objetivos es la protección de los menores y su vínculo legal con los padres. Los jueces más liberales de la Corte rechazaron sin embargo este argumento, asegurando que ningún Estado podría negar legalmente el matrimonio a una persona que no pueda o no quiera tener hijos.

“El derecho al matrimonio forma parte de nuestra Constitución”, aseguró la juez Sonia Sotomayor al plantear que si la ley no puede excluir a parejas interraciales o que no puedan tener hijos biológicos, “¿qué justifica la exclusión de los homosexuales?”.

En 2013 la Corte Suprema estableció que el gobierno federal no puede discriminar contra parejas homosexuales que hayan contraído matrimonio en Estados o países donde ya esté legalizado, declarando inconstitucional la definición de matrimonio como la unión entre un hombre y una mujer. Sin embargo, la sentencia no dijo que exista un derecho a casarse para las personas del mismo sexo ni que los estados estén obligados a conceder ni reconocer estas uniones.

Esa es la pregunta que debe responder ahora el tribunal supremo de justicia. Si da la razón a los demandantes, puede legalizar el matrimonio igualitario en todo el país. Si se la da a los estados, abriría un proceso complejo en el que cada gobierno estatal pueda regularizar el matrimonio a su manera, sin que pueda prevalecer una sola norma federal.

Foto: Purdue9394/Istockphoto

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