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Usain Bolt: la leyenda del hombre más veloz del mundo



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Usain Bolt ha dominado la velocidad mundial en la última década.


El jamaicano Usain Bolt amplió su leyenda como el hombre más veloz del mundo al ganar esta semana por sexta vez la prueba de 100 metros planos en el campeonato mundial que se disputa en China.

Bolt desmintió a los escépticos al registrar su mejor marca del año (9.79 segundos), batiendo al hombre más rápido de las dos últimas temporadas, el estadounidense Justin Gatlin, quien partía como favorito.

El "relámpago caribeño" siempre demuestra su clase en las grandes competencias. Anteriormente sólo el saltador con pértiga ucraniano Serguei Bubka había conquistado también seis medallas de oro en los mundiales.

La canción "One Love" de Bob Marley volvió a sonar en el estadio pequinés, como ocurrió siete años atrás en los Juegos Olímpicos, en honor al rey de la velocidad mundial, campeón olímpico y plusmarquista mundial de 100 y 200 metros, quien nuevamente supo estar a punto en el momento preciso.



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Bolt volvió nuevamente a relegar a los estadounidenses. El joven Trayvon Bromell, de solo 20 años, consiguió la medalla de bronce, en tanto que su compatriota Tyson Gay, el segundo atleta más rápido de la historia, llegó sexto.

Bolt denotaba preocupación antes de afirmarse en los tacos de salida para librar con Gatlin la batalla más esperada de los mundiales. La sonrisa tantas veces luminosa del jamaicano apenas era una mueca. Parecía que no estaba convencido de que era capaz de ganar.

A juzgar por sus marcas del año –Gatlin era líder con 9.74 y Bolt sexto con 9.87– la final tenía un ganador casi cantado, sobre todo después de la pobre actuación y la pésima salida del jamaicano en la primera semifinal. Por momentos se temió incluso su eliminación, pero terminó ganando la serie con 9.96.



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Gatlin marcó en semifinales 9.77, un decidido mensaje Bolt. La diferencia entre ambos (19 centésimas) parecía un argumento definitivo a solo dos horas de la competencia decisiva.

Bolt se enfrentaba al reto más complicado de su carrera desde que se erigió como la máxima estrella del atletismo, pero en el pasado ya se había visto en situaciones similares y siempre supo estar a punto en el momento justo.

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Hace dos años, por ejemplo, una sombra de duda viajó con Bolt a los Mundiales de Moscú. Dos meses antes, en Roma, fue derrotado por Gatlin y el estadounidense presumió de ser el primero que batía al jamaicano en un año. Sin embargo, nadie inquietó a Bolt en la final mundialista: batió por 8 centésimas a Gatlin, que había tomado la delantera al principio.


Otro precedente: en 2012, Bolt se presentó en los Juegos Olímpicos de Londres con dos derrotas, esta vez ante su compatriota Yohan Blake en los campeonatos nacionales, tanto en 100 como en 200, y en la hora suprema revalidó su triplete olímpico de Pekín.

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Gatlin cavó, probablemente, su tumba en los bloques de salida. Tardó 165 milésimas de segundo en abandonarlos, más lento que el propio Bolt (159), que no se destaca precisamente por sus rápidos despegues. La enorme fortaleza mental de Bolt hizo el resto.

Una lesión en la pierna izquierda obligó al ser humano más rápido de la historia (9.58 en 100, 19.19 en 200) a renunciar este año a los mítines de París y Lausana y a visitar nuevamente la consulta del médico alemán Hans-Wilhelm Müller-Wohlfahrt en Múnich.

El galeno confirmó que Bolt tenía "la articulación sacro-ilíaca bloqueada, lo que restringe sus movimientos y crea una presión en la rodilla y el tobillo". Pero su marca de 9.87 en Londres, el 24 de julio, autorizaba ya a pensar que Bolt estaba de regreso.

No parece haber dejado dudas que su dominio durante 10 años en la prueba reina del atletismo lo hace superior a otros grandes de la historia como su compatriota Asafa Powell, la leyenda estadounidense Carl Lewis o el canadiense Ben Johnson.

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