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Crisis de cara al Mundial de Brasil

Brazilian fans

La copa del Mundial se encuentra en Brasil y a solo dí­as que comience el Mundial, el paí­s anfitrión sigue enfrentando problemas de organización. Una reciente encuesta del diario Folha de Sao Paulo, arrojó que el 58 por ciento de los brasileños repudian la celebración  del evento deportivo más importante del mundo en su paí­s. La justa, que regresa a Brasil luego de 64 años, estaba destinada a ser una gran celebración con todo el sabor, colorido y alegrí­a de los brasileños, que además ostentan cinco copas mundiales, el mayor número de campeonatos de la FIFA conquistados por una selección nacional. Pero el plan maestro y el anhelo de conseguir un sexto tí­tulo, se ha convertido en punto de discordia y bochorno internacional para el gobierno brasileño.

Los anfitriones tienen gran esperanza de poder alzar su sexta Copa del Mundo y enterrar así­ la pesadilla del maracanazo, cuando la verde amarela perdió en casa la final del Mundial de 1950 ante Uruguay. Hasta el mí­tico Pelé ha expresado que sueña con una final Brasil-Uruguay para vengar la traumática derrota en el único Mundial celebrado en suelo brasileño. Otros esperan que la gran final sea entre el flamante campeón España y el paí­s anfitrión. Por tal eventualidad y atractivo, es que la FIFA vendió más de 2 millones de boletos y por lo que más de 3,000 millones de personas seguirán el Mundial por las pantallas de televisión. Sin embargo, las condiciones económicas, así­ como las protestas, las huelgas, las manifestaciones y obras no terminadas incluyendo estadios, han empañado la fiesta. La mayorí­a de los brasileños están convencidos de que la astronómica cantidad de dinero invertida en el torneo no se justifica y que los más de 60 mil millones de dólares habrí­an hecho más por el paí­s y sus habitantes en ámbitos como salud, educación y servicios públicos.

Las problemáticas más serias y engorrosas para Brasil y su Mundial, el más caro de la historia, parten por la seguridad y para cientos de miles de turistas que llegarán al paí­s para el mes de competencia. Las huelgas por parte de millones de trabajadores y habitantes, los problemas de transporte, de las comunicaciones, así­ como las sedes incompletas, completan el complicado cuadro.

Las dudas han hecho eco en todos los rincones y entornos brasileños, incluyendo su selección. El problema es tan serio que hasta el director técnico de la Canarinha, Felipe Escolari, y el mismí­simo Pelé, admiten que los problemas y protesta, podrí­an impactar de manera muy negativa en el Mundial y por consecuente en el desempeño de la selección.

Los dí­as siguientes dirán qué tan acertado es este pronóstico.

Foto: franckreporter/iStock

 

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