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Jóvenes que mandan texto compulsivamente se parecen a jugadores adictos
By Álvaro Valderrama, October 19, 2015 11:07 AM
Aquellos adolescentes que chequean sus teléfonos continuamente, que se molestan si los interrumpen, y están tan preocupados por los mensajes de texto que no duermen y no hacen su tarea puede que esten sufriendo de "compulsive texting", según un nuevo estudio publicado en la revista Psychology of Popular Media Culture.
En el caso de las adolescentes es más que una adicción, ya que este hábito puede afectar seriamente su desempeño académico.
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De acuerdo al estudio (en inglés) realizado entre 403 estudiantes (211 mujeres y 192 hombres) de colegio, la mayoría de adolescentes que se pasaba mandando texto tenía mucho en común con los jugadores compulsivos, con síntomas como la pérdida de sueño debido a los mensajes de texto, problemas para reducir esa práctica y mentir para encubrir la cantidad de tiempo que se pasan mandando mensajes de texto.
"Parece que es la naturaleza compulsiva, más que la propia frecuencia de los mensajes, lo que es problemático", dijo la investigadora principal del estudio, Kelly M. Lister-Landman, PhD, del Delaware County Community College. “Intentan reducir el hábito, pero al fallar se ponen a la defensiva. Cuando se desafía ese comportamiento experimentan un sentimiento de frustración al no poder hacerlo", explica la investigadora.
Los adolescentes utilizan los mensajes de texto más que cualquier otro medio de comunicación, con un promedio de envío y recibo de 167 textos por día, según un estudio previo del Pew Internet y American Life Project. El 63% de ellos lo hace a diario, en comparación con el 39% que hace lo mismo con las llamadas de voz.
Pero, ¿ cuando se convierte esto en un problema? ¿Cómo es el comportamiento de los adictos al ‘texting’? Se sienten ansiosos cuando el teléfono no está a su alrededor; cuando se sientan a cenar con su familia, sienten la necesidad de chequearlo, y se sienten obligados a mirarlo todo el tiempo, en lugar de sólo responder los textos que reciben, hacen parte de su comportamiento de acuerdo con las conclusiones del informe.
El estudio reveló que el acto compulsivo de envío de mensajes de texto estaba negativamente relacionado con las calificaciones, la conexión con la escuela y la percepción de su propia competencia escolar. Esto entre las damas, mas no en los varones.
En las adolescentes existen "más probabilidades que en los varones de empecinarse con los demás o volverse obsesivas, y pensar con preocupación" cuando usan sus teléfonos para mandar texto, según el estudio.
En resumen, los jóvenes que usan con asiduidad las aplicaciones de mensajería móvil para comunicarse con amigos y familiares pueden mostrar con frecuencia síntomas similares a los jugadores [de juegos de azar] como un comportamiento compulsivo y adictivo, pérdida de horas de sueño por el uso del móvil, dificultades para dejar de utilizar el teléfono cuando se les pide y un empeoramiento considerable de las notas en el colegio o instituto.
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Este último punto podría tener una explicación obvia, ya que el tiempo que se dedica a usar el móvil es tiempo que no se está utilizando para estudiar o hacer deberes. Sin embargo, el resto de síntomas no está claro en el estudio si son causa o efecto del móvil o de terceros problemas que sufra el joven.
Es decir, todavía no se ha determinado si el uso excesivo y permanente de aplicaciones como la mensajería instantánea ocasionan estos síntomas o más bien es el resultado de otros problemas subyacentes que ya estaban ahí, esperando una vía de escape que les ha dado el teléfono inteligente.
Lo cierto es que no es la primera vez que se menciona la dependencia de los teléfonos inteligentes y las nuevas tecnologías como causas de problemas de diversa índole entre jóvenes y adultos.
Y tú, qué opinas: ¿Es realmente el móvil un dispositivo perjudicial causante de todos estos problemas?
Foto: AntonioGuillem/istockphoto
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