Hay que disciplinarse en el tratamiento de la glaucoma

Hoy les quiero comentar sobre la glaucoma, ya que enero es el mes de la concientización sobre esta silenciosa enfermedad de la vista.

Alexander Raths

En mi familia, siempre hemos tenido presente la glaucoma, siempre ha sido un tema de conversación desde que tengo memoria. Mi abuelo materno padecía de glaucoma y recuerdo la variedad de potecitos de gotas oculares que había en su casa. Y recuerdo también las notas escritas a mano, pegadas con cinta adhesiva en la puerta del refrigerador para que no se le olvidara ponerse sus gotas y medicamentos diariamente.

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Y es precisamente ése uno de los obstáculos a los que la Academia Estadounidense de Oftalmología quiere llamar la atención de la comunidad de pacientes de glaucoma y sus allegados. El olvido por usar los medicamentos, la aplicación de gotas de forma incorrecta, puede hacer de esta enfermedad salirse de control y empeorar.

Según datos del Instituto Nacional del Ojo (NEI, por sus siglas en inglés), y de los Institutos Nacionales de la Salud, la glaucoma es la principal causa de pérdida de la visión en Estados Unidos. Hay grupos que son más vulnerables a padecer de glaucoma sobre todo a partir de los 40 años: los afroamericanos, los mexicoamericanos y personas cuya historia médica y familiar incluye a miembros que la hayan padecido. En total, unos 2.7 millones de personas en Estados Unidos tiene el tipo más común de glaucoma, del tipo ángulo abierto. Cuando consideramos que la glaucoma de ángulo abierto y el aumento en la presión del ojo es la principal causa del daño irreparable al nervio óptico, y ceguera, no es un asunto que pueda tomarse a la ligera.

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De ahí el llamado a tomar conciencia sobre el tratamiento de la glaucoma. Existen múltiples estudios que evidencian que muchos pacientes con esta condición deben mejorar la forma de tratarla en casa. Muchos olvidan ponerse las gotas o se las ponen mal, (en inglés). La cifra de los pacientes que no cumplen cabalmente con el tratamiento asciende a un 50%, (en inglés) algo alarmante.

Lo principal es hacer una visita al oftalmólogo cada uno o dos años, aún cuando no haya mayores síntomas porque la glaucoma en sus inicios no presenta señales evidentes de problemas. Pero una vez diagnosticada, su tratamiento no se puede hacer esperar, el paciente tiene que poner en su agenda ser disciplinado. Hay que poner el tratamiento en el calendario, programar una alarma o pedir la ayuda de familiares que recuerden su aplicación.

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Yo creo que por eso en casa de mis abuelos abundaban los potecitos de gotas, quizás a modo de que no se le olvidara ponérselas cuando los veía. Y cabe señalar que la técnica para poner las gotas en los ojos también tiene que ser la correcta. Las recomendaciones de los médicos son que para asegurar que la gota caiga en el ojo, hay que hacer una especie de bolsillo en el párpado inferior halándolo suavemente para que la gota permanezca adentro. También hay que evitar la contaminación del la punta del envase de gotas, si ésta entrara en contacto con el ojo. Para explicar mejor, les incluyo un vídeo que muestra como se hace (en ingles).

¡A cuidarse!

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Foto de AlexRaths via istockphoto.com