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Cómo preparase para recibir anestesia

Mientras el mundo espera por noticias de la recuperación de la comediante Joan Rivers, tras sufrir complicaciones muy severas durante una endoscopía, aquí estoy yo considerando qué podemos aprender de esta triste situación.

Putting you to sleep



Según los reportes, comenzado el procedimiento endoscópico bajo anestesia —en el que una pequeña camarita es introducida por la boca, para ver el tracto de la laringe y las cuerdas vocales— Rivers dejó de respirar y le sobrevino un ataque al corazón.

Quien más o quien menos, en algún momento todos nos hemos sometido a un procedimiento que conlleva recibir medicamentos de anestesia de mayor o menor potencia. Y si bien la anestesia en la gran mayoría de las veces es muy segura, no está completamente exenta de complicaciones. Por eso es que en las clínicas y hospitales nos dan a firmar ese papel de consentimiento que así lo indica: La anestesia conlleva riesgos que usted debe saber.

Por esto resulta sumamente importante prepararnos bien, con conciencia y disciplina para recibirla. Recuerdo la vez que necesité una endoscopía y llegué a la clínica con una botellita de agua para mojarme los labios, después de haber ayunado la mitad del día y la noche anterior. El doctor se escandalizó cuando la vio y me dijo que tendríamos que suspender el procedimiento porque si había consumido algo estaba en peligro de vomitar bajo anestesia. Lo tuve que convencer de que nada más me había mojado la boca y no había tragado nada.

Y es que son varios los factores de riesgo que tenemos que considerar. Por ejemplo:

 

  • Aspiración del contenido gástrico
  • Espasmos de la laringe
  • Problemas de arritmias o paro cardíaco
  • Efectos de la anestesia sobre el sistema nervioso de la anestesia, incluyendo su entrada en la espinal dorsal
  • Embolias o formación de coágulos
  • Nausea y vómitos
  • Anafilaxia o la reacción alérgica a alguno de los componentes de la anestesia

 

Otro de los aspectos que han observado los expertos en el caso de Rivers es el por qué una persona tan mayor como ella, que tiene 81 años, no se hizo el procedimiento en un hospital con mayores recursos para solucionar una emergencia. Es sabido que la aplicación de anestesia a pacientes muy jóvenes o muy mayores es un proceso aún más delicado que para las personas de edad promedio.

En fin, queda claro entonces la gran importancia de una revisión minuciosa y completa de las condiciones del paciente, su cuadro clínico e historial médico por un doctor anestesista antes de someternos a cualquier cirugía. Si su doctor no le explica detalladamente los pasos a seguir para preparase para un procedimiento médico o usted no los entiende, es hora de seguir preguntando o cambiar de doctor.

Por otro lado, el paciente es responsable de revelarlo todo: las condiciones de salud que padece, todos los medicamentos que toma, incluyendo los suplementos como vitaminas, si fuma y hasta los alimentos y bebidas que consume. Hay ingredientes en productos que uno toma, al parecer inofensivos, que bien podrían interactuar con la anestesia o complicar el procedimiento con una reacción inesperada. Y hay personas alérgicas a la anestesia como tal. Entonces no podemos pensar despreocupadamente que tomarse un juguito de naranja en la mañana de la cirugía no es nada o restarle importancia a las instrucciones de dejarnos de tomar esa aspirina que el doctor nos dijo que no podíamos tomar.

La anestesia es cosa sería, señoras y señores.

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Foto de steex via istockphoto.com

 

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