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Latinoamérica, la región más peligrosa para los ambientalistas

América Latina es la región más peligrosa del mundo para los activistas ambientales.

Así lo confirma un informe publicado por la organización británica Global Witness, que resalta que de los 116 activistas medioambientales que murieron en 2014 en el mundo, 87 se encontraban en América Latina.

La cifra de víctimas por luchar contra proyectos que ponen en peligro la conservación de la Tierra aumentó un 20% con respecto a 2013.

Brasil fue el país en el que se registraron más víctimas con 29 homicidios, seguido de Colombia con 25, Filipinas con 15 y Honduras con 12, el menos poblado de los cuatro.

El estudio titulado “¿Cuántos más?” destaca que 47 de las víctimas mortales (40%) eran indígenas y subraya que los homicidios están relacionados con proyectos mineros, agrícolas e hidroeléctricos.

“El ataque sistemático contra los activistas también ha ido acompañado de protestas violentas, límites a las libertades civiles y leyes que debilitan la protección del medioambiente”, señala el informe.

“Algunos gobiernos han usado asimismo leyes contra el terrorismo para atacar a los activistas y acusarlos de enemigos del Estado”, agrega.

Enviromentalist

Pese a que hay más asesinatos en Brasil, Honduras es el país más peligroso del mundo, teniendo en cuenta el número de crímenes per cápita, también es el lugar más hostil para defender la naturaleza, de acuerdo con el reporte.

Asesinan a los ambientalistas “de un disparo en la cabeza a plena luz del día, los secuestran, amenazan o hasta los tratan de terroristas por oponerse al llamado desarrollo”, denuncia Billy Kyte, analista de Global Witness, sobre el país centroamericano.

Al menos 111 ecologistas perdieron la vida entre 2002 y 2014 en ese país, según el recuento de esta organización sin objetivo de lucro.

“Los verdaderos autores de estos crímenes, que tienen de fondo una poderosa conexión de intereses estatales y empresariales, están logrando escapar sin ser castigados. Es urgente tomar acciones para proteger a los ciudadanos y llevar a los culpables ante la justicia”, señala Kyte.

Los casos de Honduras y Brasil "reflejan una situación de impunidad casi total en la región (de los asesinatos de defensores del medio ambiente), y demuestran que los riesgos que ocurren en contra de los activistas son muy graves en América Latina", agrega Kyte, un miembro de la organización Global Witness.

De acuerdo con el informe de Global Witness, la persecución de los activistas medioambientales comienza en el primer momento en el que se intenta criminalizar las protestas, limitar las libertades y debilitar la legislación en favor del medioambiente. En muchas ocasiones se los trata como terroristas e identifica como peligrosos enemigos del Estado.

Cuando todo esto fracasa, las muertes se suceden. En ocasiones, son tiroteados por agentes de Policía en alguna movilización. En otras, las grandes corporaciones recurren a los sicarios para liquidar tan molesto obstáculo para sus propósitos, subraya.

El estudio concluye con una llamada a los gobiernos implicados y a la comunidad internacional para que supervisen, investiguen y castiguen estos crímenes. Insiste particularmente a Honduras para que aborde estos abusos en su próximo examen ante el Consejo de DD.HH. en Naciones Unidas.

Foto: BartCo/Istockphoto

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