María Echaveste, la primera mujer embajadora de EE.UU. en México

La designación de María Echaveste como embajadora de Estados Unidos en México por parte del presidente Obama representa un hito en dos siglos de relaciones bilaterales entre ambos países. No sólo sería la primera vez que una mujer encabeza esta importante legación diplomática, sino también la primera vez que un hijo de inmigrantes mexicanos obtiene esa posición.

Echaveste fue funcionaria adjunta al jefe de gabinete durante el segundo mandato de Bill Clinton, entre 1997 y 2001, y después participó activamente en la campaña por la presidencia de Hillary. Sin duda, es una de las hispanas que ha ocupado uno de los rangos más altos en un gobierno estadounidense.

En 2009 fue nombrada por Obama como enviada especial de la Administración a Bolivia, y ha trabajado en las relaciones con México como miembro de la junta de directores de la Fundación Estados Unidos/México y la junta de asesores del Instituto de México en el Centro Woodrow Wilson.

Al anunciar su nominación, la Casa Blanca dijo que no obstante la participación activa de Echaveste "en el esfuerzo para pasar una sensata reforma migratoria, ella entiende que la relación entre Estados Unidos y México va mucho más allá de los temas migratorios, e incluye alianzas clave en comercio”.

La directora del Consejo de Política Doméstica de la Casa Blanca, Cecilia Muñoz, felicitó a Echaveste por su nominación, a través de su cuenta de Twitter.

Nacida en una familia de 12 hijos, María Echaveste, originaria de Texas, es antropóloga y abogada egresada de las universidades de Stanford y de Berkley. De ser confirmada por el Senado, la exfuncionaria de 60 años reemplazará al actual embajador, Anthony Wayne, quien lleva tres años en el cargo.

Pese a lo que pudiera significar el nombramiento de Echaveste, hay quienes ven su designación como una “fachada” para suavizar el encontronazo que inevitablemente tendrá con la comunidad latina en las próximas elecciones intermedias, y posteriormente en las presidenciales, tras el aplazamiento de cualquier acción ejecutiva de Obama en torno al tema migratorio.

De cualquier manera se trata de una gran noticia para los hispanos en general. Estamos ante una mujer sensible y conocedora, como pocas, de la realidad migratoria y de los retos que, en términos generales, enfrenta la relación bilateral entre los dos países vecinos. Es una gran estadounidense, pero también una gran amiga de México. Representa lo mejor de una generación de latinos en Estados Unidos que alcanzaron posiciones de enorme relevancia política con base en un esfuerzo continuo e incansable por demostrar su capacidad.

Mucho éxito para María Echaveste en su función como embajadora en México. El momento hace que los retos sean complejos interesantes y prometedores.

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