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La Navidad no tiene por qué ser triste

Sad lonely pensive old senior woman
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Hace unos días tuve un momento de reconocimiento sobre el impacto de la época navideña en la salud emocional y mental de una persona madura o envejeciente. Pues si bien para un gran número de personas, los días de Navidad y fin del año representan las mejores oportunidades para disfrutar en familia y entre amigos, no para todo el mundo es así. Para algunos la Navidad es época de revivir los sentimientos de soledad, incapacidad, que suman a los estados de estrés y depresión.

Fotos: Combate la depresión sin medicamentos.

Fue mediante el testimonio de una amiga que llegué a esta consideración. Ella es cantante del coro de su iglesia y nos contaba que durante su visita a un grupo de ancianos de la comunidad, una señora se le había acercado a pedirle un gesto muy especial. “Dame un abrazo navideño, porque yo no tengo hijos”, dijo la señora a mi amiga. Y yo, al escuchar esto reflexioné tristemente “es cierto, no todo el mundo vive la Navidad con alegría”.

Entonces, tenemos que estar alerta a nuestros envejecientes y brindarles nuestro apoyo. Algunos pueden estar pasando por períodos muy duros en esta época. Quizás están batallando con enfermedades difíciles, tratando de negociar el paso del tiempo y de cómo nuestra naturaleza humana impone el pensar sobre la muerte a medida que nos ponemos más viejos con cada año que pasa.

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Otros se sentirán nostálgicos y solos al recordar las personas amadas que fallecieron. Quizás sea su primera Navidad como viudo o viuda y estén aún tratando de acostumbrarse a esa ausencia. También están lo que quisieran compartir en familia y no pueden levantarse de una cama.

Según Kurt Kazanowski, fundador de Homewatch Caregivers (en inglés) y experto en la materia del cuidado de salud a envejecientes, existen dinámicas que se pueden poner en práctica para evitar que una persona mayor caiga en la depresión navideña. Por ejemplo:

 

  • Debemos siempre incluir a los más viejitos en todas las celebraciones y ambientes más festivos. No es cuestión de obligarlos a salir de la casa si no quieren, pero para esto podemos utilizar la tecnología y mantenernos en contacto con una llamada con vídeo (en inglés).
  • Utilizar las reuniones familiares y de amistades para fomentar el recuento de historias y memorias, con la ayuda de álbumes de fotos, vídeos, etc. para hacer a los más mayores cobrar un papel de importancia en la creación de la historia familiar. Que se sientan protagonistas de la velada.
  • Innovar con nuevas tradiciones y detalles festivos para incluir a nuestros envejecientes en la creación de nuevas memorias. Ir de pasadía a un bonito lugar o incluso irse juntos de compras. Sentirse en compañía es vital.
  • Y, por supuesto, apoyarlos en llevar una agenda de medicamentos apropiada y en asegurarlos que no dejen de estar bien apertrechados de todas sus necesidades de salud. También supervisar su ingesta de alcohol y alimentos perjudiciales que pueden afectarlos durante las fiestas.

 

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En fin, que no podemos dar por sentado que la Navidad es una época de alegría para todos.  Pero con un poquito de preocupación, cariño y empatía podemos alivianar la carga de algunos.

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Foto de dundanim via istockphoto.com

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