In English | Seguimos escuchando que nosotros, como país, hemos dejado atrás la COVID. Pero estamos aquí para decirte que los enfermeros no lo han hecho. Esta pandemia ha cambiado nuestra profesión para siempre. Durante tres años muy largos, los enfermeros se han presentado una y otra vez, todos los días, para brindar cuidados a quienes los necesitan, a menudo a expensas de su propia salud y bienestar. Han drenado su pozo de compasión y resiliencia para enfrentar los desafíos e intentar mantenerte seguro y ayudarte a sanar. Y muchos enfermeros han dado más de lo que debería esperarse que dé cualquier persona, incluso sus vidas.
En todo el país, los enfermeros están agotados y desalentados, y están dejando sus puestos o su profesión en masa. Tal vez hayas visto los titulares que dicen que la escasez de enfermeros está alcanzando niveles de crisis. Es hora de recalibrar. Durante dos décadas, las personas en Estados Unidos han identificado a los enfermeros como la profesión de mayor confianza, dentro o fuera del cuidado de la salud. Es hora de respaldar ese sentimiento con la acción.
Hace poco, realizamos una encuesta informal en línea en la que les preguntamos a los colegas de enfermería cómo el público, sus pacientes, y sus amigos y familiares pueden apoyar a los enfermeros. Tomamos lo que nos dijeron y lo destilamos en las diez ideas a continuación. Si todos en este país hicieran una o más de estas cosas simples, podríamos comenzar a sanar juntos el corazón del cuidado de la salud.
1. Aprende lo que hacen los enfermeros
Al contrario de las imágenes históricas y los viejos estereotipos, los enfermeros son profesionales altamente capacitados con una amplia gama de habilidades, herramientas y conocimientos especializados para ayudar a las personas a prevenir o responder a desafíos de salud. Están capacitados para brindar cuidados integrales basados en evidencia confiable, ayudar a sus pacientes a tomar decisiones informadas y ser una guía confiable a través del sistema de atención médica. Los enfermeros trabajan en comunidades, escuelas, clínicas, hogares y hospitales. Son profesionales de la salud, educadores, investigadores y legisladores. Y lo que es más importante, han sido nuestros aliados y defensores. Ellos apreciarían que otros supieran lo que significa ser enfermero durante estos tiempos complejos. Esta es una lectura rápida (en inglés) que ofrece un sentido de la amplitud y profundidad de la profesión de enfermería.
2. Muestra respeto y confía en que es mutuo
“El enfermero practica con compasión y respeto por la dignidad, el valor y los atributos únicos inherentes de cada persona”. Esa es la primera oración del código de ética de enfermería (en inglés). Los enfermeros están dedicados a brindar cuidados con respeto a todos; se merecen lo mismo de sus pacientes y del público en general. Entendemos que estás estresado, preocupado y enojado, pero por favor, no dejes que tu miedo o tu enojo se dirija a las personas que están tratando de ayudarte. Antes de hablar o reaccionar, haz una pausa para considerar lo siguiente: ¿Lo que estoy a punto de decir o hacer es respetuoso? ¿Es necesario? ¿Será beneficioso? ¿Está dirigido a la persona que puede abordar mi preocupación? ¿Tendrá consecuencias para mí, para esta persona o para la persona por la que estoy tratando de abogar? A nadie se le debe tratar con lenguaje desagradable ni irrespetuoso, ni con violencia. Considera cómo te gustaría que te trataran si estuvieras en el otro extremo del estetoscopio.
3. Comparte tus preocupaciones con la persona adecuada Los enfermeros que brindan cuidados no son los encargados de formular políticas ni quienes determinan tu plan de tratamiento. Muchos de los problemas que están surgiendo en el cuidado de la salud en este momento no son culpa de ellos. Si tienes inquietudes, compártelas a través de las vías apropiadas. La mayoría de los hospitales tienen una oficina para la experiencia del paciente. Comienza ahí. Escribe una carta constructiva a los líderes del hospital que describa tu preocupación. Pide hablar con un enfermero supervisor. Si tus preocupaciones se relacionan con tu plan de tratamiento, pide hablar con el médico a cargo de tu atención.
4. No dudes en darles las gracias
En este momento, hay una grave escasez de enfermeros para brindar cuidados a las personas que lo necesitan. Adopta la mentalidad de ser amable con los enfermeros que se presentan. Necesitamos mantener a todos los enfermeros que puedan prestar servicios en la fuerza laboral para que puedas recibir la atención que necesitas y que ellos quieren prestar. Para muchos, tú eres la razón por la que se han sacrificado tanto para seguir asistiendo. Agradece a tus enfermeros por presentarse y por su cuidado, experiencia y preocupación. Si estás dispuesto, escribe o transmite un mensaje de gratitud a los líderes del lugar donde trabaja el enfermero. También puedes ser una voz para los enfermeros. Diles a tus vecinos, familiares y amigos la diferencia que el enfermero hizo en tu sanación. Escribe una carta al editor sobre una experiencia positiva o compártela en las redes sociales.
5. Haz tu parte para aliviar la carga de trabajo de los enfermeros Probablemente esperas que los enfermeros siempre estén ahí cuando los necesites. Pero en este momento, la fuerza laboral de enfermería está agotada, en todos los sentidos de la palabra. Entonces, ¿quién te cuidará si necesitas cuidados las 24 horas del día en un hospital? Sin enfermeros, los hospitales no pueden brindar la atención que optimiza los resultados para ti. La mejor manera de reducir tu necesidad de atención hospitalaria en este momento es invertir en tu propia salud. Toma medidas para ser proactivo en la identificación de necesidades de salud en lugar de esperar hasta que estés enfermo. Cada uno de nosotros puede hacer mucho (en inglés) para mantenernos saludables y permanecer fuera del hospital, y eso es beneficioso para todos.
6. Busca información objetiva
Es difícil saber en quién creer en estos días. Muchas personas sufrieron o murieron durante la pandemia debido a información errónea. Asegúrate de usar fuentes confiables que proporcionen información basada en evidencia en vez de opiniones expresadas en las redes sociales o en internet. Sé un consumidor informado. ¡Los enfermeros pueden y quieren ayudarte!
7. Haz preguntas
Cuando necesites estar en un entorno de atención médica, sé un consumidor comprometido. Haz preguntas a los enfermeros con una mentalidad de curiosidad y respeto. Aclara las expectativas —qué puedes esperar y qué se espera de ti como paciente o cuidador—. Determina cómo puedes participar en el cuidado y el tratamiento de tu ser querido o el tuyo mismo. Habla con los enfermeros para hacer las preguntas que tal vez tengas miedo de hacer, pero cuyas respuestas necesitas saber.
8. Trabaja con los enfermeros, ya que son esenciales para tu atención
La atención segura y de calidad es el objetivo principal de los hospitales, y los enfermeros son el personal de primera línea que es esencial para lograr esa meta. En el entorno hospitalario, los enfermeros saben que podrías estar asustado y ansioso, y queremos ayudar. Tal vez consideres preguntarle a tu enfermero qué deberías esperar durante tu estadía. Habla con él sobre lo que es más preocupante y urgente para ti, y elabora un plan para trabajar juntos de manera eficaz. Recluta a un familiar o un amigo para que esté presente cuando te sientas más vulnerable.
9. Sé un aliado
Muchos aspectos del sistema de atención médica no están funcionando actualmente, para nadie. Sin lugares de trabajo saludables que ayuden a los enfermeros a cumplir sus compromisos con el público, el sistema de atención médica es insostenible. Las instituciones de atención médica, el Gobierno y el público deberán apoyar a los enfermeros para que puedan hacer lo que hacen mejor: cuidar de las personas enfermas, lesionadas o con discapacidades en cualquier entorno dentro de las comunidades de todo el país. Usa tu voz, tus palabras, tu influencia y tu defensa para eliminar las barreras que impiden una prestación de cuidados segura y de calidad. Aumentar la dotación de enfermeros es esencial para mejorar la calidad general de la atención y fortalecer nuestro sistema de atención médica.
10. Vota
Votar es una manera clave de ejercer tu poder como consumidor. Asegúrate de estar registrado para votar. Pregúntales a los candidatos sobre sus propuestas para abordar la escasez de enfermeros, mejorar el entorno laboral, recalibrar la compensación y crear protecciones contra los actos violentos contra los enfermeros. Cuéntales tus propias historias sobre las ocasiones en que los enfermeros han marcado la diferencia y por qué invertir en ellos es prudente y necesario.
Cynda Hylton Rushton, PhD, RN, FAAN, es profesora de Ética Clínica Anne and George L. Bunting en el Berman Institute of Bioethics y la Facultad de Enfermería de la Universidad de Johns Hopkins, y ocupa un puesto conjunto en el Departamento de Pediatría de la Facultad de Medicina. Es fundadora del Berman Institute y copreside el Servicio de Consulta de Ética del Johns Hopkins Hospital. Lee su biografía completa (en inglés).
Susan C. Reinhard, RN, PhD, FAAN, es vicepresidenta sénior y directora del Instituto de Política Pública de AARP. Dirige el proyecto LTSS Choices y es la principal estratega del Center to Champion Nursing in America y de las iniciativas de prestación de cuidados familiares. Ella es la líder de LTSS State Scorecard y LTSS Choices Initiative para promover la transformación de los cuidados a largo plazo. Sus áreas de especialización incluyen establecer un vínculo entre la investigación, las políticas y la práctica en el cuidado de la familia; los servicios y el apoyo a largo plazo; y la fuerza laboral del cuidado de la salud. Lee su biografía completa (en inglés).