In English | Más de 25 millones de personas en Estados Unidos viven con discapacidades o problemas de movilidad que pueden afectar su capacidad de viajar en vuelos comerciales sin asistencia. No obstante, el diseño de los aviones y las pruebas de los planes de evacuación no siempre han tenido en cuenta los problemas de movilidad.
La semana pasada, AARP respaldó un proyecto de ley que requerirá que la Administración Federal de Aviación actualice las normas de evacuación de los aviones y tome en cuenta la forma en que los tiempos de evacuación se ven afectados por los niños y los adultos mayores, las personas con discapacidades y otros factores, como la presencia de equipaje de mano.
“Las normas de evacuación deberían proteger a todas las personas en el país, incluidas las que tienen problemas de movilidad”, escribió Megan O’Reilly, vicepresidenta sénior en funciones de Asuntos Gubernamentales de AARP, en una carta a la senadora Tammy Duckworth, quien presentó el jueves la Emergency Vacating of Aircraft Cabin (EVAC) Act (Ley de evacuación de emergencia de la cabina de la aeronave). O’Reilly señaló que “es esencial que estén presentes las condiciones del mundo real cuando se realizan pruebas de evacuación, incluida la participación de adultos mayores y personas con discapacidades en esas pruebas”.
En la actualidad, la FAA requiere que los pasajeros puedan evacuar un avión en un plazo de 90 segundos en caso de una emergencia, lo que influye en la forma en la que están diseñados las cabinas y los asientos de los aviones. Pero hemos instado a la FAA a que requiera pruebas de evacuación para tener en cuenta a personas con distintos grados de habilidad física, especialmente a medida que envejece la población del país. O’Reilly señala en su carta que dos de cada cinco adultos de 65 años o más reportaron tener algún tipo de problema de movilidad con tareas como caminar o subir escaleras.
Lee nuestra carta a los legisladores (en inglés).