Nueva York cambia las reglas de los centros de vida asistida después de la demanda de AARP Foundation

In English | Nueva York ya no permitirá que los centros de vida asistida con licencia estatal rechacen automáticamente a los adultos en sillas de ruedas, después de una demanda de AARP Foundation.

Nos unimos al Fair Housing Justice Center (FHJC), una organización sin fines de lucro de derechos civiles, para presentar una demanda contra el estado en el 2018. En ella alegamos que las regulaciones del estado violaban las leyes federales contra la discriminación al permitir que los centros les negaran la residencia a personas con movilidad limitada.

Aunque el estado enmendó sus reglas poco después de que presentamos la demanda, continuamos peleando el caso en los tribunales, argumentando que los cambios no fueron suficientes. El estado todavía permitía que los centros de vida asistida y otros centros de cuidados para adultos rechazaran a residentes que necesitan ayuda para caminar o subir escaleras, lo que prohibía efectivamente a las personas en sillas de ruedas. 

Así que la semana pasada logramos una gran victoria cuando el Departamento de Salud del estado anunció una nueva serie de cambios que eliminaron esa prohibición. Según las nuevas regulaciones, los centros deben evaluar de manera individual las solicitudes de residencia de las personas que tienen movilidad limitada y brindar adaptaciones razonables. 

Si bien AARP está muy complacida con las revisiones, estamos pidiendo al estado que “implemente y haga cumplir las nuevas regulaciones de manera efectiva para que los centros de cuidados para adultos traten a los neoyorquinos que usan sillas de ruedas con dignidad y respeto”, dijo William Rivera, vicepresidente sénior de AARP Foundation. 

AARP Foundation se unió a abogados de Mobilization for Justice, una organización sin fines de lucro que brinda servicios legales, y Pillsbury Winthrop Shaw Pittman para litigar el caso con el FJHC. 

Conoce más sobre cómo AARP Foundation (en inglés) está luchando por los adultos mayores, incluidos los esfuerzos para combatir la escasez de personal (en inglés) y el uso indebido de medicamentos antipsicóticos en los hogares de ancianos.