In English | A medida que el Congreso enfrenta nuevos plazos para evitar el cierre del Gobierno a principios de marzo, AARP envía un mensaje claro a los legisladores federales: Dejen los potenciales recortes al Seguro Social y a Medicare fuera de cualquier proyecto de ley sobre el presupuesto del Gobierno.
“Nos preocupa profundamente que algunos legisladores en el Congreso quieran incluir una comisión fiscal que podría recortar el Seguro Social y Medicare en los próximos proyectos de ley obligatorios del Gobierno”, dijo el martes Bill Sweeney, vicepresidente sénior de Asuntos Gubernamentales de AARP. "Eso sería un error. El Seguro Social no ocasiona la deuda del país, por lo que no se debe recortar para pagarla".
Nuestros socios y voluntarios enviaron más de 600,000 correos electrónicos e hicieron más de 1,700 llamadas telefónicas a los miembros del Congreso en los últimos días, haciéndose eco de las preocupaciones de Sweeney.
“AARP y nuestros socios han expresado su oposición, y no vamos a retroceder”, agregó Sweeney.
AARP expresó su preocupación el mes pasado sobre un votación 22-12 del Comité de Presupuesto de la Cámara de Representantes para promover la creación de una comisión de deuda fiscal. La comisión estaría encargada de recomendar legislación para reducir los déficits gubernamentales y la deuda nacional. A los defensores y a algunos legisladores les preocupa que esto le permita al Congreso acelerar los recortes al Seguro Social y a Medicare.
La votación “establece un proceso en el que siete congresistas pueden hacer recortes drásticos al Seguro Social y a Medicare, sin enmiendas, y sin un debate público completo”, dijo Nancy LeaMond, directora de Activismo y Compromiso de AARP en una declaración del 18 de enero.
Según una investigación de AARP, independientemente de sus opiniones políticas, la gran mayoría de los adultos mayores en el país (85%) se oponen firmemente a recortar el Seguro Social y Medicare para reducir las deudas del presupuesto federal.
“El Seguro Social y Medicare son esenciales para las familias de Estados Unidos. Se trata de su dinero y los beneficios que se han ganado”, dijo LeaMond. “AARP y los 100 millones de adultos mayores por los que abogamos no nos quedaremos cruzados de brazos, observando la reducción de sus beneficios, los que tanto les costó ganar”.
La directora ejecutiva de AARP, Jo Ann Jenkins, planteó inquietudes similares en una carta enviada a todos los miembros del Congreso en noviembre. En la carta, rechazó la idea de que el Seguro Social es un causante de los déficits anuales o de la deuda nacional, y señaló que el programa es autofinanciado por los trabajadores y los empleadores, y no financiado por los ingresos generales.
“La deuda nacional es un problema grave, y a los adultos mayores les importa profundamente el futuro de este país y el poder dejar un legado para sus hijos y nietos”, escribió Jenkins. “Los adultos mayores también se preocupan profundamente por el Seguro Social y Medicare, por lo que estos dos programas deben protegerse en cualquier discusión sobre la deuda o el déficit”.
Jenkins le pidió al Congreso que asegure que cualquier debate sobre el futuro del Seguro Social y Medicare se haga a través de un proceso completamente transparente, y dijo que el Congreso “le debe al pueblo de Estados Unidos ser directamente responsable y participar en discusiones abiertas y públicas sobre los programas”.
Lee nuestra declaración del 18 de enero y conoce más sobre cómo AARP está luchando para proteger el Seguro Social y Medicare.
Natalie Missakian cubre temas de políticas federales y estatales y escribe el blog AARP Fighting for You Every Day. Anteriormente trabajó como periodista para el New Haven Register y para periódicos de publicación diaria en Ohio. Su trabajo también ha aparecido en AARP Bulletin, The Hartford Business Journal y otras publicaciones.