In English | La emergencia de salud pública del Gobierno federal contra la COVID-19 podría estar acabando en mayo, pero los adultos mayores deben mantenerse alertas contra el virus y otras enfermedades infecciosas, dijo el jueves uno de los principales expertos en salud pública a los participantes en la teleasamblea de AARP.
“Esto no es ‘volver a la normalidad’. Esta es una nueva normalidad”, dijo el Dr. Mark McClellan, director fundador del Duke-Margolis Center for Health Policy de la Universidad de Duke.
Si bien los casos de COVID-19 han disminuido comparados con hace un par de años, dijo que todavía hay unas casi 1,600 hospitalizaciones y varios cientos de personas que mueren a causa del virus cada día, la mayoría de ellas adultos mayores. Y podrían surgir variantes nuevas —y potencialmente más peligrosas—, dijo McClelland a los oyentes.
“El fin de la emergencia nacional de salud no cambia ninguna de esas situaciones en el terreno”, dijo. “Sin embargo, esto tendrá cierto impacto en la cobertura, los pagos y la manera en que abordaremos la COVID en el futuro”.
Aunque las vacunas sin costo todavía estarán disponibles para todos, la cobertura de las pruebas y tratamientos de COVID-19 dependerán del seguro de la persona, dijo McClellan.
Por ejemplo, las personas con Medicare Parte B podían tener acceso a ocho pruebas al mes sin costo alguno. Cuando termine la emergencia de salud pública, ya no será así. Las pruebas que se soliciten en el consultorio del médico seguirán estando completamente cubiertas, pero es posible que se compartan los costos de la visita del médico. Las personas con Medicaid podrán hacerse la prueba de COVID-19 gratis hasta septiembre del 2024.
El final de la emergencia de salud pública traerá algunos cambios positivos para las personas que viven en hogares de ancianos, dijo Sam Brooks, director de Política Pública de National Consumer Voice for Quality Long-Term Care.
Los Centros de Servicios de Medicare y Medicaid (CMS), la agencia responsable de regular los hogares de ancianos, habían suspendido algunas reglas sobre la capacitación del personal durante la pandemia para ayudar a reclutar y mantener a los trabajadores. Los hogares de ancianos en 17 estados todavía están operando bajo esos requisitos relajados, dijo Brooks, pero los CMS han prometido poner fin a las exenciones cuando acabe la emergencia de salud pública.
“Tenemos esperanza de que eso sea cierto, y podemos volver a asegurarnos de que los auxiliares de enfermería certificados (CNA) y otros cuidadores estén capacitados y proporcionen atención de alta calidad”, dijo Brooks.
Escucha una grabación del evento y lee más sobre lo que significa el final de la emergencia de COVID-19 para los adultos mayores.