In English | La pandemia de COVID-19 ha amenazado desproporcionadamente la salud y el bienestar de los adultos mayores, que son más propensos a enfermarse seriamente cuando se infectan. Pero también reveló la existencia de discriminación por edad, a medida que las autoridades de salud pública sopesaban la mejor manera de responder, dice Deb Whitman, vicepresidenta ejecutiva y directora de Política Pública de AARP.
Hablando con un grupo de becarios de periodismo en la National Press Foundation el domingo, Whitman dijo que la discriminación por edad “es tan generalizada que ni siquiera la notamos”. Recuerda que algunas personas tuvieron “conversaciones sobre cómo las personas mayores deberían simplemente sacrificarse por el bien de la economía y de sus nietos” en respuesta a los cierres relacionados con la COVID. “La pandemia, creo, exacerbó la discriminación por edad”, dijo.
Entre los otros temas que Whitman mencionó:
- El cuidado de los seres queridos: “Me refiero a los cuidadores como un ejército invisible porque hay 41 millones de personas en Estados Unidos que cuidan de sus seres queridos y dedican 340 millones de horas a brindar cuidados no remunerados. Así que si tuviéramos que pagarles, eso supondría casi $500,000 millones”.
- La inflación: el Seguro Social está indexado a la inflación, por lo que se espera que los pagos aumenten el próximo año. Sin embargo, “la inflación realmente limita las cosas en las que puedes gastar”.
- Los programas de ahorros para la jubilación patrocinados por el estado: AARP ha instado a los legisladores estatales a establecer programas de ahorro obligatorios para ayudar a las personas a prepararse para la jubilación, con éxitos recientes en Delaware y Hawái. “La mitad del país no trabaja para un empleador que permita ahorrar para la jubilación. Y eso lo hace muy difícil, porque si el dinero no se retira automáticamente de la nómina, muy pocas personas lo hacen por su cuenta”, dijo Whitman.
Mira una grabación del evento (en inglés).