Nancy LeaMond es directora de Activismo Legislativo y Compromiso de AARP.
In English | Los titulares se concentran en los acontecimientos turbulentos que tienen lugar en el extranjero, y es fácil pasar por alto sucesos nacionales que son de gran importancia para los adultos mayores en Estados Unidos. Pero quiero señalar algunas victorias recientes para las personas de más de 50 años que merecen atención.
El paquete de gastos de $1.5 billones que acaba de firmar el presidente Joe Biden es bien conocido por proporcionar casi $14,000 millones en ayuda a Ucrania. Sin embargo, la nueva ley también incluye un extenso conjunto de disposiciones para las personas y las familias que AARP luchó por que se incluyeran en sus más de 2,000 páginas.
Entre los puntos más destacados se hallan los siguientes:
- Inversión crucial para combatir el hambre: el Congreso aprobó $140,400 millones en fondos obligatorios para el Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP). Este dinero proporcionará sustento a más de 42 millones de personas que corren riesgo de pasar hambre cada mes, y muchas de las cuales son adultos mayores.
- Servicios esenciales para los adultos mayores: la ley proporciona $2,300 millones para una variedad de programas bajo la Ley de Estadounidenses Mayores (OAA, Older Americans Act). Esto ayudará a financiar la asistencia nutricional, la ayuda a los cuidadores familiares, los servicios basados en el hogar y la comunidad, y el apoyo a los nativos estadounidenses y a las personas con discapacidades.
- Extensión de las consultas de telesalud en Medicare: los legisladores extendieron durante cinco meses adicionales las normas especiales que han proporcionado a los proveedores de atención médica mayor flexibilidad para atender pacientes a través de comunicaciones remotas durante la pandemia. Más de 28 millones de beneficiarios de Medicare han utilizado estos servicios, conocidos como telesalud o telemedicina, desde principios del 2020.
- Ampliación del personal de atención directa: el acuerdo presupuestario pide a la Administración para la Vida Comunitaria y al Departamento del Trabajo que colaboren para mejorar el personal de atención directa, cuya fuerza laboral es demasiado pequeña para satisfacer las necesidades del público. Alrededor de 14 millones de adultos con problemas de salud —de quienes más de la mitad tienen más de 65 años— dependen de estos trabajadores que están mal remunerados y que carecen de trayectorias profesionales significativas.
- Estrategia nacional para apoyar a los cuidadores familiares: el Congreso proporcionó $400,000 para continuar financiando el Consejo Asesor sobre Cuidados Familiares de la ley RAISE, que desarrolla una estrategia nacional para reconocer y apoyar mejor las necesidades de los cuidadores familiares.
- Mayor financiamiento de Medicaid en Puerto Rico y otros territorios de Estados Unidos: esta asistencia financiera podría ayudar a más de 1.4 millones de personas de bajos ingresos en los territorios de Estados Unidos. La mayoría de los beneficiarios viven en Puerto Rico, que recibirá $200 millones en fondos adicionales para Medicaid.
Y esa es solo una lista parcial. Además de los puntos arriba destacados, la nueva ley fomentará varias prioridades de AARP en materia de salud pública y protección del consumidor.
Fortalece los esfuerzos contra la estafa de la Comisión Federal de Comercio y establece el Senior Scams Prevention Advisory Group, un grupo asesor para la prevención de las estafas a las personas mayores por cuya creación abogamos, que ayudará a educar a los consumidores sobre el fraude. También proporciona $45,000 millones para la investigación en asuntos de salud, lo que permitirá más estudios sobre demencia y la enfermedad de Alzheimer.
Mejorará el acceso a internet de alta velocidad —un problema para muchos adultos mayores— al proporcionar $382 millones a la Comisión Federal de Comunicaciones. Y dedica $1,400 millones en asistencia de vivienda para las personas mayores y las personas con discapacidades.
Mientras que un gran paquete como este contiene una amplia variedad de gastos, hay un importante elemento unificador que abarca muchas de estas provisiones: reflejan, en distintas maneras, el objetivo de AARP de permitir a las personas envejecer de manera independiente en sus hogares y comunidades.
Por ejemplo, las inversiones en los servicios basados en el hogar y la comunidad facilitan que las personas con problemas de salud permanezcan en sus hogares —donde prefieren estar— mientras permiten a los cuidadores familiares un descanso necesario. Las inversiones que apoyan a los cuidadores familiares, que incluyen $8.1 millones para el programa Lifespan Respite Care, facilitan a los cuidadores desempeñar mejor su creciente papel como proveedores de atención médica.
El apoyo financiero a los servicios de telesalud solidifica un fenómeno estrechamente relacionado con el surgimiento de los propios hogares de las personas como centros de salud. Y es esencial una fuerza laboral de auxiliares de salud mejor capacitada y remunerada tanto para mejorar las condiciones en muchos centros de atención a largo plazo como para cuidar de las personas que desean permanecer en casa y no tienen cuidadores familiares para ayudarlas a lograr este preciado objetivo.
No podemos esperar que todas estas disposiciones acaparen los titulares. Sin embargo, ayudarán a mejorar la vida de muchas personas, y quería compartirlas con ustedes, incluso en un momento en el que otros lugares del mundo capturan nuestra atención.